Los juegos anales están de moda. Todo el mundo habla de temáticas anales, y no, no nos referimos solo al sexo anal. Desde juguetes anales hasta el pegging. Este juego no conoce límites, amig@s.
Aquí os traemos una recopilación de juegos y juguetes ideales para descubrir nuevas sensaciones pero antes, una pequeña lección de anatomía:
Es importante reconocer y nombrar las partes del cuerpo que intervienen para conocer las funciones y características que tiene cada una:
• El ano
• El recto
• El esfínter anal.
El ano es el orificio al final del tubo digestivo. Está compuesto por capas de piel -con terminaciones nerviosas que la hacen especialmente sensible- y por el intestino.
El recto es la parte final del tubo digestivo y está encima del ano; es una zona poco sensible.
Y el esfínter anal, que es un anillo muscular que mantiene cerrado el ano y es controlado por el sistema nervioso, pero con algo de práctica es posible contraerlo y relajarlo a voluntad.
Y ahora que conocemos a los actores y actrices, vamos con las funciones:
Beso negro, ¿Qué es?
El beso negro, o anilingus, consiste en usar la lengua y la boca para estimular el ano de tu pareja. Se llama beso negro (o rimming en inglés) porque se centra en estimular los bordes del ano.
El beso negro puede implicar la penetración de la lengua en el ano, dando vueltas alrededor de él, o lamer y besar el resto del trasero. Como es una zona repleta de terminaciones nerviosas, se puede sentir un placer inmenso.
¿Es seguro?
Esa es una de las primeras preguntas que se hacen muchos principiantes. Y tiene sentido:
Aunque es bastante improbable que pequeñas cantidades de las bacterias que pululan por la zona causen daño real, debes asegurarte de limpiarte atrás con agua y jabón antes de realizar cualquier otra practica ano-boca.
¿Cómo probar?
Bueno, y ahora que estoy aquí abajo, ¿por dónde empiezo a lamerlo? «Dale un pequeño masaje alrededor del trasero, abriéndote camino lentamente hacia el ano con movimientos suaves». Eso te ayudará a relajarte.
Una de las mejores técnicas consiste en girar la punta de la lengua en círculo alrededor de la abertura. También se pueden dar pequeños toques con la punta de la lengua hacia arriba y hacia abajo justo encima de la abertura.
¿Y si añadimos algún juguete?
Antes de empezar, es conveniente recordar que el ano es una zona que no genera lubricante como el pene o la vagina, por lo que es siempre imprescindible contar con la ayuda de lubricantes naturales a base de agua que harán que la experiencia sea mucho más fluida.
Diseñados para estimular y dilatar el ano, suelen tener forma cónica, con una extremidad pequeña y un eje que va haciéndose más ancho. Se colocan de manera muy sencilla, insertándolos suavemente con los músculos anales muy relajados, para lograr un mejor efecto e indoloro. Hay modelos personalizados tanto para hombres como para mujeres.
En el caso de los masculinos, sus formas están diseñadas para estimular el punto P (el punto G masculino), Se trata de juguetes con una punta curvada que hace más fácil encontrar y estimular las zonas más sensibles de la próstata, ayudando a desencadenar orgasmos muy intensos.
No se insertan completamente ni se dejan dentro, porque son más como un masajeador, así que debe hacerse un jugueteo para encontrar los movimientos más excitantes para él.
Doble Penetración
Si eres mujer y quieres experimentar sensaciones muy intensas, los juguetes de doble penetración son para ti, pues como su nombre lo dice, permiten una penetración simultánea en la vagina y el ano. Dependiendo del modelo, puedes agregar vibraciones y otras sensaciones para que la experiencia sea mucho más divertida y sexy. Incluso hay algunos que también tienen masajeador de clítoris, permitiendo una triple estimulación que garantiza los orgasmos más intensos que te puedas imaginar.
Estos juguetes sexuales anales son muy sencillos de usar y, sobre todo, son cómodos. Se conocen también como rosarios anales o bolas anales y tienen pequeñas bolitas al principio y va aumentando de tamaño, lo que permite ir experimentando distintos grados de profundidad. Conforme te vayas acostumbrando, puedes ir introduciendo bolas más grandes para una penetración más intensa.
Fisting o fist-fucking es un término inglés que designa la práctica de la inserción braquioproctal o vaginal. Consiste en la introducción parcial o total de la mano en el recto o la vagina la pareja. Es una práctica extrema, que no debe llevarse a cabo sin los necesarios cuidados previos (desinfección, limpieza, guantes de látex y lubricantes) y posteriores (dilatación paulatina)
Existen lubricantes a base de aceites vegetales específicos para esta práctica, así como juguetes XXL que ayudan en la fase de dilatación del esfinter. En cualquier caso, el fisting es una práctica que puede implicar más riesgos a nivel físico que otras prácticas si no se procede con cuidado y se conoce bien la técnica.
Normalmente, en las relaciones sexuales heterosexuales, es él quien la penetra a ella. Suele ser él quien lleva las riendas de la penetración, quien decide el ritmo de la estimulación, quien controla la situación y quien proporciona placer ¿Y si cambiamos los roles?
El pegging nos ofrece esa opción. En esta práctica es ella quien penetra analmente a su pareja masculina, ayudándose de un juguete. «Para una mujer puede ser muy excitante llevar las riendas del encuentro erótico de este modo. La sensación de controlar, tener el poder de dar placer, observar a tu pareja esperando tu penetración, puede ser muy empoderador, excitante y novedoso».
Antes de ponernos a jugar, hay que tener algunas cosas en cuenta. «Los dos tienen que desearlo, no sólo consentirlo». Escoger un buen lubricante y un dildo especialmente diseñado para esta práctica es fundamental. El uso de lubricantes, estar muy excitados y una excelente comunicación en la cama son fundamentales para poder disfrutar del pegging.
¿Aún te quedan dudas sobre el sexo anal?
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